Biodanza es un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de la vida. Su metodología consiste en inducir vivencias integradoras a través de la música, el canto, el movimiento y situaciones de encuentro grupal.




INTEGRACIÓN En Biodanza, el proceso de integración actúa mediante la estimulación de las funciones primordiales de la conexión con la vida, permitiendo a cada individuo integrarse a sí mismo, a la especie y al universo.
REEDUCACIÓN AFECTIVA Es la capacidad de establecer vínculos con otras personas.
RENOVACIÓN ORGÁNICA Es la acción sobre la autorregulación orgánica, inducida principalmente mediante estados especiales de trance que activan procesos de reparación celular y regulación global de las funciones biológicas, disminuyendo los factores de desorganización y estrés.
REAPRENDIZAJE DE LAS FUNCIONES ORIGINARIAS DE VIDA Es aprender a vivir a partir de los instintos. El instinto es una conducta innata, hereditaria, que no requiere aprendizaje y se manifiesta mediante estímulos específicos, teniendo por objetivo conservar la vida y permitir su evolución. Los instintos representan la naturaleza en nosotros, y sensibilizarnos a ellos significa restablecer la unión entre naturaleza y cultura.
VIVENCIAS INTEGRADORAS Es una experiencia vivida con gran intensidad en el aquí y ahora, y con calidad ontológica (se proyecta sobre toda la existencia). Las vivencias en Biodanza son integradoras porque tienen un efecto armonizador en sí mismas. Las vivencias en Biodanza están orientadas a estimular los potenciales de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia, denominados Líneas de Vivencia.
EN OTRAS PALABRAS La más subversiva de todas las disciplinas es aquella que se funda en el respeto por la vida, el goce de vivir, el derecho al amor y al contacto. De nuestra meditación deriva una técnica que consiste en estimular, crear y desarrollar vida en los demás, lo que genera vida en nosotros. Las personas son nuestro más poderoso medio ambiente. La pareja ecológica, la familia ecológica y la comunidad ecológica son expresiones del Principio Biocéntrico.
— Rolando Toro Araneda
El texto citado a continuación ha sido extraído del material elaborado por el Profesor Rolando Toro para el curso de Formación y Actualización de Profesores Didactas del Sistema Biodanza®.

He definido el concepto de ‘Inconsciente Vital’ como propuesta para referenciar al psiquismo celular. Existe una forma de psiquismo de los órganos, tejidos y células que obedece a un ‘sentido’ global de autoconservación. El inconsciente vital da origen a fenómenos de solidaridad celular, creación de tejidos, defensa inmunológica y, en suma, al acontecer exitoso del sistema viviente. El acto de curación será comprendido entonces como un movimiento para recuperar esa sintonía vital con el universo.
LOS ESTRATOS DEL INCONSCIENTE:
Examinemos brevemente los tres niveles del Inconsciente.
- El Inconsciente Personal: descrito por Freud.
- El Inconsciente Colectivo: descrito por Jung.
- El Inconsciente Vital: propuesto por Rolando Toro.
Los tres niveles del Inconsciente se comunican entre sí a través de «umbrales de transición». Entre el Inconsciente Personal y el Inconsciente Colectivo se establecen los procesos que van desde la historia personal hacia el arquetipo.
Entre el Inconsciente Colectivo y el Inconsciente Vital se establecen los procesos que van del arquetipo a los sistemas de integración biológica mediante danzas de integración.
El Inconsciente Vital se nutre de la memoria cósmica y organiza la materia (cadenas proteicas, sistemas orgánicos) sobre la base de una programación presuntiva que puede, o no, generar sistemas orgánicos estables. Los patrones de autoorganización que generan sistemas vivientes capaces de reproducirse son bastante estables.
Biodanza® trabaja especialmente con el Inconsciente Vital, condición que permite una acción muy eficaz en la capa más profunda del sistema viviente humano. A través de las vivencias se inicia una aventura cósmica en la que se navega con rumbo desconocido hacia formas de vida optimizadas.
El Inconsciente Vital se expresa a través del humor endógeno, el bienestar cenestésico y el estado global de salud.
¡EL DESEO DE VIVIR!
El deseo de vivir proviene del psiquismo celular, no del pensamiento conceptual ni de la voluntad consciente.
Hay en las células una cualidad de sobrevivencia, un índice de longevidad relacionado con el deseo de vivir. Se siente el deseo de vivir cuando se pueden expresar los potenciales genéticos.
La depresión es el agotamiento de ese impulso de vida, la pérdida de motivaciones para seguir viviendo.
El estímulo de la expresión de los cinco conjuntos de potencial genético (cinco líneas de vivencia) es una forma de influir positivamente sobre el inconsciente vital.
El Principio Biocéntrico se inspira en la intuición del universo organizado en función de la vida y consiste en una propuesta de reformulación de nuestros valores culturales que toma como referencia el respeto por la vida.

El Principio Biocéntrico propone la potencialización de la vida y la expresión de sus poderes evolutivos. Biodanza es, desde este punto de vista, una poética de lo viviente, fundada en las leyes universales que conservan y permiten la evolución de la vida. Todas las acciones de Biodanza se orientan en resonancia con el fenómeno profundo y conmovedor de la vida.
Biodanza emplea una metodología vivencial, dando énfasis a la experiencia vivida más que a la información verbal, y permite comenzar la transformación interna sin la intervención de los procesos mentales de represión.
Participamos del pensamiento visionario de Alberto Schweitzer: ‘Meditando sobre la vida, siento la obligación de respetar cualquier voluntad de vida a mi alrededor, por ser igual a la mía’.
La idea fundamental del bien es, pues, que este consiste en preservar la vida, en favorecerla, en conducirla a su valor más alto; y que el mal consiste en aniquilar la vida, lastimarla, poner trabas a su florecimiento.
El Principio Biocéntrico pone su interés en un universo comprendido como un sistema vivo. El reino de la vida abarca mucho más que los vegetales, los animales y el hombre. Todo lo que existe, desde los neutrinos hasta el cuásar, desde la piedra hasta el pensamiento más sutil, forma parte del sistema vivo prodigioso.
Según el Principio Biocéntrico, el universo existe porque existe la vida, y no al contrario.